lunes, octubre 06, 2008

Sirenas


Mientras haya mares, hay que navegarlos. Mientras haya cielos azules, nubes y rocas, hay que callarse, mirar y respirar. Llenar los pulmones de oxígeno limpio, lo más limpio posible, y sentir cómo llega hasta los tobillos. Mientras quede vida, hay que cerrar los ojos y dar un paso al frente, y, si hay suerte, caer al agua, notar el ahogo, bajar, subir, flotar, y decidir el rumbo. Recuerda: Eres mitad pez. Tienes branquias en el alma, y por eso puedes seguir respirando, aún cuando parece que no queda aire. Siempre hay una dirección hacia la cuál caminar, y es mejor si es al frente, hacia el horizonte. Y es mejor aún si no se ve nada, salvo la lejana línea.

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