lunes, marzo 14, 2005

El arcángel respondón

Nos cuentan que eran seis los arcángeles de Dios: Rafael, Miguel, Gabriel, Uriel, Ariel y Luzbel. Y mientras Dios andaba creando el mundo, las estrellas y todas esas lindezas, y toda la corte celestial observaba boquiabierta de admiración tanto talento, ellos seis, con mirada de autosuficiencia, aprovaban con la cabeza, con cara de póker, todo aquel despliegue de medios. Hasta que Luzbel, el chico contestatario, dio en llevarle la contraria, en empezar a hacer preguntas y sugerencias, cosa que irritó enormemente al Sumo Hacedor. Como castigo, el destierro, la ignominia. Y ahí le tenemos desde entonces, mareando, sembrando la duda en nuestra mente, haciéndose notar por doquier para goce de propios y extraños, dando lugar a toda suerte de leyendas y adoradores que le dedican ridículos ritos, porque jamás entendieron un pimiento de su naturaleza, de sus motivos.
Y todo está lleno. Colmado de gentes que se revuelven una y otra vez contra lo políticamente correcto. Niños respondones en forma de madre de Mayo, gritando justicia ante la Casa Rosada, o de pueblo llano manifestándose contra una decisión despótica de su gobierno, o de adolescente con rastas que decide no ducharse más. Lleno de personas que se plantean el sistema, que no quieren, que no tragan, que no están de acuerdo. Y muchos habrían de ser los dioses que les hicieran callar, que les desterraran, pese a su empeño, de este "paraiso" social tan cuestionable, de esta sarta de mentiras y de intereses creados, de todo este atrezzo que nos envuelve y manipula. Desde aquí, un beso a todos los caínes, luzbeles, y todos aquellos que me recuerdan cada día que no, que nada está escrito, que a los disconformes nos queda todavía un as en la manga.

1 comentario:

Sin embargo dijo...

Y mientras, caso de aburrirse, a matar moscas con el rabo. O las rastas.