
No sé si sabes lo que me dijo el rabino, que la humanidad hace tiempo que se cayó de la vida por el otro lado, y se dió un costalazo tan brusco que todavía anda despistada. También me dijo que los templarios no buscaban a la Magdalena, ni el Cáliz, ni la Menorah del templo, ni el Arca de la Alianza, que en realidad sólo buscaban la horma de su zapato, y la encontraron en Etiopía, frente a una columna donde se les apareció el Cristo, y ahora hay allí un retrato que pintaron los etíopes para conmemorar la cosa, y delante está escrito aquello de Sator Arepo. Y me dijo que siempre buscamos tesoros, pero los buscamos hacia afuera en vez de hacia dentro, porque hace mucho tiempo que perdimos el norte, y no sabemos que, en realidad, donde se está mejor es en el sur. Ah, y que no somos mala gente, a pesar de todo.